Quisiera Señor,
en esta Navidad armar un árbol
dentro de mi corazón y colgar en el,
en vez de regalos, los nombres de todas mis amigas.
Las amigas lejanas y las que están cerca.
Las antiguas y las recientes, las que veo cada día y
las que raramente encuentro.
Las siempre recordadas y las que a veces quedan en el olvido.
Las de las horas difíciles y las de las horas felices.
Las que sin querer herí o sin querer me hirieron.
Aquellas a quienes conozco profundamente y
aquellas de quienes casi nada se.
Las que poco me deben y aquellas a quienes mucho les debo.
Mis amigas humildes y mis amigas importantes.
Los nombres de todas las que pasaron por mi vida.
Las que me admiran y estiman sin saberlo y las que amo y
estimo sin darles a entender.
Quisiera Señor, en esta Navidad armar un árbol de raíces profundas,
para que sus nombres no sean arrancados nunca más de mi vida.
Un árbol de ramas muy extensas para que nuevos nombres venidos de
todas partes vengan a juntarse a los
ya existentes.
Un árbol de sombra muy agradable para que nuestra amistad sea un
momento de reposo en medio de las luchas de la vida.
Con este arbol
queremos hacerte llegar
Nuestros mejores deseos para ti y tu familia y
que la Navidad traiga mucho amor y paz a tu
hogar
y este nuevo año sea portador de dicha y
prosperidad
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lunes, 31 de diciembre de 2012
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